Simon Kruger se desorientó en el gran parque Deep Creek Conservación Park, en el sur de Australia, cuando se fue a caminar solo por la zona cuando sus familiares almorzaban cerca.
Aunque el pequeño estaba vestido para pasar la noche a la intemperie, ya que durante la madrugada la temperatura en el parque baja hasta los 6° Celsius, Simon sobrevivió casi 24 horas al aire libre gracias al amparo de un afable canguro que se acercó a él mientras buscaba flores para su madre y se quedó durmiendo a su lado toda la noche manteniéndolo caliente.
"El canguro se acercó a él, se comió sus flores y luego se quedó dormido a su lado", narró en una entrevista a un canal de televisión local Seven Networ el padre de Simon, Etienne Kruger. "Creo que Dios le envió a un canguro para mantenerlo caliente", agregó.
Un cuadrilla de búsqueda que incluía a dos helicópteros, intentó encontrar a Simon durante toda la noche valiéndose de rescatistas que utilizaban bengalas lanzadas en paracaídas para iluminar el terreno. Finalmente el menor fue descubierto por uno de los helicópteros a unos 500 metros del lugar desde donde había partido originalmente. Fue una suerte para los equipos de rescate que se quedara tan cerca del sitio donde desapareció, ya que el parque abarca unos 45 kilómetros cuadrados de matorral espeso.
El muchacho sufrió sólo heridas leves durante su experiencia y ahora se está recuperando muy rápido, contó su padre al periódico 'The Daily Telegraph of Australia'.
Australia es el hogar de unos 58 millones de canguros, que se han convertido en el símbolo nacional del país.
El reciente encuentro del niño con el marsupial para muchos australianos ha sido una reminiscencia de una serie muy popular en la década de 1960, 'Skippy the Bush Kangaroo', que contaba las aventuras de un chico australiano y su canguro en las afueras de Sídney. La serie de también se emitió en el Reino Unido, México y EE.UU.