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Muere a la expectativa de la gota de brea John Mainstone

Por Noticias Singulares: On: 8:40:00
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  • Australia - El catedrático John Mainstone, quien a lo largo de 52 años permaneció al mando del experimento más duradero del mundo, falleció el pasado 23 de agosto a la edad de 78 años por un derrame cerebral sin lograr ver en vivo cómo caían las afamadas gotas de brea del ensayo. 


    El experimento, empezado en 1927 por el físico Thomas Parnell, de la Universidad de Queensland (Brisbane, Australia), consiste en un embudo con una porción de brea, fluido que es 230.000 millones de veces más espeso que el agua. El proyecto era para mostrar a sus alumnos que algunas sustancias que figuran ser sólidos son en realidad fluidos con gran viscosidad.

    La brea se derrama tan lentamente que le toma más de una década caer una sola gota. Hasta ahora sólo han caído ocho y la novena estaba cerca. Mainstone lo tenía todo listo para el suceso, sin embargo, por desgracia, la muerte ganó la carrera. Durante todo el periodo que Mainstone se mantuvo custodiando el experimento, jamas observó caer una gota de la sustancia negra.

    En realidad, no hay persona que halla podido lograrlo hasta el momento en los 86 años desde que se inició el goteo. En el año 2000, precisamente el 28 de noviembre, mientras se producía la octava caída, la cámara web colocada para capturar el instante no estaba en línea en el momento de la verdad.

    Ahora, tres cámaras retransmiten el estado del embudo en directo, por lo cual el maestro estaba convencido de que por fin podría observar la caída de una gota, la novena, que se espera para finales de este año.


    Otros 100 años de experimento


    El experimento obtuvo popularidad gracias a la labor de Mainstone. Inclusive está dentro  del Libro Guinnes de los Récords como el de 
    mayor duración de la historia y ha obtenido el Premio IgNobel, que un grupo de apasionados otorga cada año a las investigaciones científicas más absurdas e imaginativas.

    Pero este no es el final del experimento de la gota de brea, ya que se estima que hay suficiente brea en el embudo para permitir que el experimento continúe por lo menos otros cien años más.