Una tribu de indígenas que habita en aislamiento voluntario en la
zona amazónica al sureste de Perú trató de tener contacto con una
comunidad foránea por segunda vez desde 2011. La impaciente reunión fue filmada por un guardabosques.
Más de 100 miembros del grupo indígena de la etnia mashco-piro se dejaron en la orilla opuesta del río donde está Monte Salvado, una
comunidad retirada del estado de Madre de Dios, durante tres días a finales del
pasado mes de junio, comentó Klaus Quicque, presidente de la Federación
Nacional Nativa del Río Madre de Dios y sus Afluentes (FENAMAD).
Un vídeo grabado por un guarda bosque, al que tuvo acceso la
agencia AP, muestra a los indigenas de la tribu de todas las edades y sexos, entre
ellos hombres armados con lanzas, arcos y flechas.
Al parecer, los mashco-piro pidieron plátanos, sogas y
machetes a los indígenas yine que viven en esa región. Quisieron cruzar el río
pero varios miembros de FENAMAD los persuadieron de hacerlo.
Según Quicque, hubo situaciones de mucha tensión en los que gran parte de los habitantes de Monte Salvado "temieron por sus
vidas".
"Se puede ver en las imágenes que hubo muchas amenazas […].
Llegaron prácticamente a la mitad del río", indicó Quicque, citado por AP.
Varios días después, la tribu se fue y desde entonces no ha vuelto.
Las autoridades no saben ciertamente la causa del encuentro, pero
suponen que los mashco-piro podrían estar enojados e incómodos por la tala ilegal de
árboles en la zona y la presencia de narcotraficantes que pasa por el lugar con frecuencia. También, en la zona se llevan a cabo labores de exploración en
búsqueda de petróleo y gas.
A finales de 2011 la tribu hirió a un guarda forestal y terminó con la vida de un indígena que vivía de la pesca y a la agricultura y que
había tenido contacto con ellos durante mucho tiempo.
De acuerdo con las leyes de Perú, está prohibido tener contacto físico con casi 15 tribus incomunicadas que habitan en el país. La razón principal de la prohibición es la seguridad de los estos indígenas,
dado que podrían contraer enfermedades a las que sus sistemas inmunológicos
serían vulnerables.