Un campesino
chino de la comarca de Wulong, en el centro de China, conservó dos bombas de la
Segunda Guerra Mundial debajo de su cama durante 25 años, publicaron hoy medios
locales.
En confesiones a
la Policía recogidas por los medios, la hija del campesino, de apellido Deng,
relató que hace 25 años su padre halló las bombas mientras excavaba en el lecho
de un río aledaño.
"En aquella
época yo estaba en la primaria y tampoco sabía qué eran esas cosas. Los vecinos
tampoco habían visto algo parecido, pero mi padre decidió coger ambos pedazos
de hierro y esconderlos bajo su cama", señaló Deng, de 33 años, quien
precisó que la idea inicial del campesino había sido transformar los artefactos
en hoces.
En el año 2000,
sin embargo, el campesino conoció a un veterano de la Guerra de Corea
(1950-1953) que le habló de la naturaleza de ambos ingenios, pero él decidió
seguirlos guardando.
Finalmente,
alertada por un grupo de residentes temeroso del área ante una posible tragedia,
la Policía acudió a desactivar los artefactos, de 40 centímetros de largo por diez
de diámetro.