Bolivia
-- Carmelo Flores, indígena y granjero de Frasquia, podría es posiblemente la
persona más vieja que jamás puedo haber existido y adjudica su longevidad a los
granos de quinoa, hongos silvestres y hojas de coca. Flores cuenta que la dieta
tradicional andina lo ha mantenido vivo por 123 años.
“La papa con
quinoa es deliciosa”, indica Flores en Aymara, la única lengua que habla. Pese
a que Frasquia empezó a tramitar el acta de nacimiento hasta 1940 y por lo
tanto no es posible comprobar su edad, el boliviano posee un certificado de
bautismo que data de 1890.
El
registro civil de Bolivia ha comunicado que está verificando si este documento
valido, sin embargo la gente del pueblo ya está festejando la longevidad de
Flores y piensan otorgarle el título de “Patrimonio viviente de la humanidad”.
Flores reside
en una cabaña en las zonas altas de Bolivia y todavía es bastante enérgico para
dar caminatas diarias con sus huaraches de llanta reciclada. El resto del
tiempo se sienta encima de una cobija a contemplar la vida del pueblo pasar y
masticar hojas de coca.
“No sé cuanto tiempo viviré”, señaló
Carmelo. “Sólo Dios sabe. Él me dirá si moriré o seguiré
viviendo”.