Nueva Zelanda -- La rivalidad tradicional de estos animales se dejaron
de lado en Nueva Zelanda, cuando se utilizó la sangre de un perro para salvar
la vida de un gato envenenado en una rara transfusión entre especies, según
informes de este miércoles.
El dueño del gato, Kim Edwards, estaba angustiado el
pasado viernes cuando su vivaz mascota Rory se quedó lánguido después de comer
veneno para ratas, fue corriendo a su clínica veterinaria local en Tauranga, en
la Isla del Norte en busca de ayuda.
La veterianria, Kate Heller, dijo que el felino débil
fue desfalleció rápidamente y necesitaaba una transfusión inmediata para
sobrevivir, pero no hubo tiempo suficiente para enviar una muestra al
laboratorio para la realización de pruebas para determinar el tipo de sangre
del gato.
En su lugar, decidió arriesgarse y usar sangre de
perro para tratar de salvar al animal, sabiendo que iba a morir al instante si
ella le daba el tipo equivocado.
Edwards llamó a su amiga Michelle Whitmore, quien
ofreció su labrador macy, como donante de sangre en un último intento para
salvar a Rory. En el procedimiento Heller dijo que nunca había hecho antes y
era muy raro.
"La gente va a pensar que suena bastante cutre -
y lo es - pero bueno, hemos tenido éxito y se salvó su vida", Heller le dijo
al New Zealand Herald.
Edwards dijo que el gato parecía haber superado la
terrible experiencia indemne, aparentemente sin efectos secundarios caninos.
"Los veterinarios sólo cruzamos la linea... es
increíble que funcionó", dijo.
"Rory está estable y no tenemos un gato que ladra
o se come el papel."