Los científicos del Instituto Integrative Nanosciences in Dresden, en Alemania, han creado "los primeros BioBots basados en los espermatozoides".
Es un microorganismo cibernético hecho de metal y el espermatozoide de un toro que se puede controlar y se utiliza para impregnar un huevo o administrar un fármaco a distancia de un objetivo en cualquier parte de su cuerpo.
El espermabot se ha creado usando un microtubo, de 50 millones de parte de un metro de largo, que se utilizó para capturar la célula de esperma, dejando su flagelo -la cola que impulsa el esperma- fuera. Luego usaron un campo magnético para controlar la dirección del tubo de metal, apuntando el esperma en cualquier dirección que querían.
De acuerdo con el líder de la investigación, Oliver Schmidt, "las células de esperma son una opción atractiva debido a que son inofensivos para el cuerpo humano, no requieren una fuente de alimentación externa, y pueden nadar a través de los líquidos viscosos." Suena asqueroso, pero es muy inteligente.