En el siglo 19, los
médicos utilizaban vibradores para tratar a las mujeres que sufrían de
"histeria", una condición médica falsa que era en realidad una forma
sexista de decir: "Esta señora es muy nerviosa, y ella sólo puede ser
curada por un falo gigante.” Gracias a Dios, por el siglo 20, las mujeres
estaban optando por utilizar vibradores, y en 1952 la Asociación Americana de
Psiquiatría dejó de ver a la histeria como una condición médica.
La Dra. Mary Jane Minkin,
obstetra, ginecóloga y una catedrática de la Universidad de Yale, se prescriben
vibradores para los pacientes de cáncer de la Clínica de Cáncer de la
Universidad de Yale para ayudar a aumentar su flujo de sangre, les dan una gran
vida sexual y combate los efectos secundarios de la menopausia.
Es evidente que estas
recetas está ayudando a las mujeres a llevar vidas más felices. Debido a que la
industria del vibrador no está regulada, la Dra. Minkin no recomienda
vibradores de plástico que se venden en el centro comercial como artículos de
novedad o consoladores de neón de color rosa que tiñen las bragas de color rosa
-ella prescribe We-Vibe, un vibrador que es BPA y libre de ftalato, hechos de
silicona y se pueden cargar a través de un cable USB.
Ella reveló que “No todos
las pacientes en la clínica está participando, pero tenemos un buen número -sin
duda parece que hay pacientes que parecen felices, así que estamos muy
contentos con eso.”
En su trabajo innovador,
ella trata de eliminar el estigma asociado a las relaciones sexuales, y por
eso, las pacientes más jóvenes están más dispuestas a utilizar vibradores que
las señoras mayores.